-"No tenía miedo-insistió el niño-. Es que el olor me daba arcadas. ¿No te daba arcadas a ti?¿Como lo aguantas, tío?
[...]
Un hombre puede aguantar casi cualquier cosa si es necesario- le explicó[...] a su hijo. <
Festín de Cuervos.
La mediocridad, el vacío, las libélulas azules los días de lluvia. Las naranjas podridas, el fracaso, los sueños enfermos, la vanidad y la evidencia. Aquí yace el miedo transformado en rabia, en ira, en verso y algo más.