domingo, 31 de marzo de 2013

El teatro es un arte político





EL PEQUEÑO DIOS IDIOTA

"El teatro es un arte político. El teatro se hace ante una asamblea. El teatro convoca a la polis y dialoga con ella. Sólo en el encuentro de los actores con la ciudad, sólo entonces tiene lugar el teatro. No es posible hacer teatro y no hacer política.

Por eso piden un imposible quienes reclaman a las gentes de teatro que no se metan en política. No pedirían al pez que saliese del agua, pero nos piden que guardemos silencio ante lo que pasa. "Vosotros no entendéis. Salid de la calle y volved al teatro", nos dicen, como si para nosotros fuesen distintos el teatro y la calle.
Pero no sólo a nosotros nos mandan callar. También a vosotros, ciudadanos, también a vosotros os piden silencio. Están voceando ese mensaje por toda la ciudad: "Volved a vuestras casas. Vosotros no entendéis". Quieren convencernos de que el mundo es un enigma cuya solución sólo ellos conocen. Quieren convencernos de que nuestro mundo es tan misterioso como el de los antiguos griegos, los cuales debían acatar ciegamente los oscuros designios de sus dioses. Por pequeños que sean, los hombres que nos gobiernan se creen dioses, y como dioses nos exigen silencio.

Olvidan que el teatro nació precisamente para interrogar a los dioses. Y para desenmascarar a los hombres que se disfrazan de dioses.

En "Los persas", la obra teatral más antigua que conservamos, Esquilo describió la derrota del poderoso ejército persa. Su rey fue vencido porque olvidó que sólo era un hombre. Qué vicio tan viejo, el del gobernante que se cree dios. Como dioses, nuestros gobernantes están arrojando fuego sobre Bagdad. Como dioses, nos piden silencio. Pero no vamos a guardar silencio.

No vamos a guardar silencio porque amamos las palabras, y necesitamos oponer palabras claras a esas palabras oscuras que manejan los nuevos dioses. Palabras oscuras que quieren convertirnos en personajes de una función infantil donde sólo hay buenos y malos. Palabras oscuras que llevan a inocentes al sacrificio.

No vamos a guardar silencio porque tenemos memoria. El teatro es un arte de la memoria. Recordamos todas las guerras desde los griegos. Todas las víctimas, cada una de ellas. Y todas ellas están hoy, otra vez, en peligro. Porque sólo hay una forma de hacer justicia a las víctimas del pasado: impedir que haya víctimas en el presente.

No vamos guardar silencio porque nos debemos a nuestra ciudad, y también nuestra ciudad está en peligro. Ciudadanos: cada uno de nosotros está en peligro. Nos están educando para la barbarie. Nos están educando para dominar o para ser dominados; para dominar a otros o para resignarnos al dominio de otros. Nos están educando para matar o para morir. No vamos a guardar silencio. Hoy menos que nunca vamos a guardar silencio. No."







El teatro es un arte político, Juan Mayorga.

lunes, 25 de marzo de 2013

Mi tara




A veces así, 
a veces en tu glande, 
como grandes batallones,
pelotones, cañones secando flandes. 
Matando en cada andén
 a mis retales valientes.
Que soy ceniza porque vino tu silencio a destrozarme,
porque me dijiste tarde
 lo que ya no es suficiente.

¿Y querías que me escribiese un tema enorme?
¿Uno sin sangre? 
Siempre pidiendome
canciones
con putos corazones
que no ladren.

 Siempre con
perros negros
lamiéndome tras la carne.

Camarón y yo,
mi desprecio al uso.
En la terraza de un bar Andaluz, 
bajo la luz de una farola, más no un flexo.
"Si yo pudiera morena, pelirroja, o fuera el sol lo que reflejan tus ojos.
Si yo pudiera decirle de estas cuerdas atrancadas
 lo más sincero, no-escarnio
Diría:
 "Que no me muero,
que por mis muertos
no me muero sin sus labios. 
Así un invierno
me reviente por exceso 
o por fracaso.
Que no me voy sin sus besos." 

Eso, joder, tan sólo eso.

Y fue en el beso de la boca 
que no dio un segundo asalto
donde saltó 
soltó mi mano su cintura,
 y a la llaga
de un verano, 
sus pupilas que brillaban
me mancharon;
Como Luna de domingo,
¡ Ay, poeta,
prometido un frío, la muerte fue cálida!
Así que deja de buscar, 
perra estúpida. 
Deja de hablar de indiferencia
 que me insulta
 y escupe súplica.
Decir
 paso de ti es lo mismo
 qué "Te necesita."
No voy a contar, 
ya sólo escucho.

Nunca he tenido técnica.

Quería hacerte unos versos
 para que en los huesos
que me rujo,
dientes escucharas.
-Que si hago rap 
es porque ni yo soy princesa,
ni tú mi tara.-






Akata.

domingo, 24 de marzo de 2013

P. Siempre iba de azul



"En un océano negro
el azul de tu silencio."




El bar bajó la luz y la guitarra silenció el oxígeno. Muerdo sonaba en el angosto crujir de madera. Mis ojos rozando el frío murciano de la segunda semana de Marzo. El chico hablaba del amor a una ciudad, de la raíz. Yo observaba mis raices tras el cristal y la música. Entonces me acordé de ti. No se porqué, debieron ser aquellos ojos redondos de avispa, aquella sonrisa inocente que siempre escondía algo más. Debió ser la palabra revolución en todos los acordes. Que sé yo. Ya poco se y menos se si más recuerdo. Pero me acordé de ti y pensé, que aquel cantante y tú debíais tener cierto parentesco, porque los dos traías la utopía a mi humilde y devastado huerto. Pensé en mis dieciocho, en ese septiembre, en ese octubre, en esos días fantásticos de cine y libros, de ilusión efímera, de sexo nimio. Me acordé de nuestra incursión al monte, de todas las palabras que dijimos. Del BUM universitario en que colgaste y yo besé otros labios queriendo los tuyos. La adolescencia es una pastilla efervescente. Recuerdo que el tiempo pasó y tu desandaste, con de vez en cuando algún que otro paso cruzado hasta mi orilla.

Los emails, las sonrisas, el azul del tiempo. Y de nuevo tu playa que ahora desvirtúo con otros gestos. Fuiste el primero al que recé Superskunk, y ese beso de luz de luna en un acantilado. Repetías constantemente: tenemos algo, ¡tenemos algo! Y una flor podrida escarmenaba en mi centro. Ya eran veinte primaveras o viente octubres, dos sin tu Gioconda. Amaba a otro hombre y tu al oído me arrancabas la noche y me lamías los meses para sacarlos a flote.

Segundas partes nunca fueron buenas. En este café con Cuba ardiendo entiendo todo. Menos mal que malfollamos aquel día. El Sur nunca más será para nosotros.
Aprecié ese antro y no por tu compañía, más fuiste tu quien me mostró los astros oscuros de un burdel de Vodka y Gin. Nunca te quise después. Por eso te arañé las costras, para que no volvieras a intentar quitártelas más evocando mi nombre.

Muerdo desgarró un acorde y fue entonces: Te olvidé. Y sólo en otros amigos, en otros veranos me encuentro tus ojos. O en este extraño Marzo donde hay falsos fosos planto árboles frondosos para que te marches. Y sin embargo, mi infancia aun toma cuerpo en mi cuerpo gastado, y vuelvo al tejado donde te escribí mil poemas, mil fallos. Donde supe que siempre vestirías de azul.







Escribiendo un blues con efecto retardado.







Akata.

martes, 19 de marzo de 2013

Es sencillo
















Entendí la inocencia como aquel niño que muy serio
escribía en un cuaderno: "Cosas que hacer antes de morir."
Y en el blanco del folio, casi justo en el centro,
señaló: "Ver la nieve."




Akata.

domingo, 17 de marzo de 2013



¿Y QUÉ SI SOY POETA?



No se si soy poeta, pero de seguro hay poesía en todo lo que hago. Intento a veces alejarme de ella porque me hace daño, pero se resisten mis articulaciones y cuando hablo,
todos los versos brotan de mis palmas como si fuesen pájaros.

Llamarme a mi misma, que ya tengo nombre, un nombre cualquiera, poeta, es decir que el aire en ocasiones se doblega a mis espasmos, es decir demasiado.
Que el vino en mi lengua crea hondas de brea y escupen tinta a borbotones.
Soy poeta en tanto que unos ojos me acaricien,
o un latido se atragante.
Soy poeta pero no soy nadie.

No soy nadie.

Arde- lo siento- irrefrenable cada imagen en mi retina al borde del derrumbe.
Berlín en todas estas ruinas.
Y pienso en rimas cuando camino por las calles,
o cuando llueve.
Entonces, pienso en la lluvia como alfileres de indómita musa
golpeándome tan fuerte.

Tan fuerte.

No soy poeta, ¿y qué si lo fuera?
Si lo fuera el sol quizá,
en ocasiones de rodillas me pediría nanas tibias
para aliviar sus noches.

Narrarle El principíto para sentir calor, que yo se que está muy frío aunque ande en llamas.
Y si fuese poeta, tal vez en los bares alguien dejase de gemir
y brindar por la muerte.
“Arréglate un poco, ¿quieres? , hoy vamos a huir como se merece.”
Otra birra, y otra y otra.
Hasta ausentarse.

Y que no duelan las palabras, que no duelan ya nunca, pues el poeta agarra,
el poeta asume que es un constructor, un bruto destructor de metales.

Un arquitecto desautomatizador.

Alcanzo en sueños a delirar poemas que nunca escribo,
como espirales dentro del Tipi.
Y en todos los pasos una frase acude a mis dientes de lobo.
Me regalo momentos para poder aniquilarlos,
¿No es eso hacer poesía?
Si yo duermo,
¿no duerme acaso el mundo tan sólo un instante?
Si fuese poeta lo sabría,
porque todos los poetas pueden parar el tiempo.
Hacen con él un gran nudo y lo sacuden a su antojo.


Asumen inmortalidad.

Son como dioses.

Dan forma a los gránulos que llamamos presente,
 incluso los cambian para que el resto de mortales podamos encontrarnos en ellos.

Son magos deformes.

Mi tacto habla dialectos que desconozco.
Lo juro.
Eso si que se que es cierto.
Poso los dedos en las paredes y en los grandes espejos que me devuelven al monstruo
y hablo idiomas extraños.
¿Saldrán de dónde nadie ha estado?
Palpo prosa en los gorjeos de la señora en el autobús,
y a veces intento imaginar como serían los besos de un hombre sin nombre.
En los semáforos exijo vidas a los que se cruzan conmigo.
Marco sus pasos,
les hago reyes
o importantes juglares
de su existencia.

¿Y qué si soy poeta?

Hay cosas muchísimo peores.

¿Verdad?






Akata.

jueves, 14 de marzo de 2013



"Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.

Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea. Sí, hermano, va por vos.

Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco.

Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas.

Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierte pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un solo día trabajando únicamente por dinero.

Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.

Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos.

Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.

Qué más. Ah sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los 30, ya jamás pasarán de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.

Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón."

Rompo el silencio con este escrito del que desconozco el autor. Disfrutadlo.