domingo, 30 de junio de 2013

Ciempiés

  

Me partiré, apartaré la vida a cachos.
Con la falsa molestia del ciempiés,
que dice que son cien y no llega ni a
treinta.
Y ya le duelen los talones;
pero no se detiene. No se detiene.

Así que dime la verdad, por favor,
escribe sobre la verdad y se eco.
No quiero que luego me digan que por qué
no retumbaba nada,
que qué diablos pasa con tanto oxígeno en el pelo.
y si las rubias no quieren cagar, ¡Allá ellas!
Pero a mi sólo dime si esta batalla finalmente servirá.

Necesito un soldador porque estoy rota.
Pero suelo mentirme si el cielo se vuelve iridiscente.
"Si amanece no te pidas perdón. Y siempre amanece."
Así de simple.
Que llevo ya cinco años sin insultarme seriamente, sin
deleitarme con palabras de bondad que mueran pronto.
Por eso,
por eso, seguimos siendo monstruos,
por que los monstruos no saben medir las pesadillas.


Escribiendo en la servilleta manchada del café
contando un veintitrés,
haciéndole psicología inversa.






Akata-bah.

lunes, 24 de junio de 2013

El mar no es más que un pozo de agua oscura...

















"El mar no es más que un pozo de agua oscura,
los astros sólo son barro que brilla,
el amor, sueño, glándulas, locura,
la noche no es azul, es amarilla.

Los astros sólo son barro que brilla,
el mar no es más que un pozo de agua amarga,
la noche no es azul, es amarilla,
la noche no es profunda, es fría y larga.

El mar no es más que un pozo de agua amarga,
a pesar de los versos de los hombres,
el mar no es más que un pozo de agua oscura.

La noche no es profunda, es fría y larga;
a pesar de los versos de los hombres,
el amor, sueño, glándulas, locura."



I.V

martes, 18 de junio de 2013

Viginti Tres















Se gestan todas las palabras
si en la garganta suena
una lluvia semiviva.

Nunca he faltado a la cita de los lunes,
nunca te he dicho que esos lunes
siempre faltaban
más palabras.

Y, sin embargo, escribo como otros,
con temas que se agravan con el tiempo:
Recuerdo, Amor, Muerte o Distancia.
Nada de eso me atañe en este plato con carbón
y olor a violetas.

¿No soy yo la misma que vosotros, la que exclama?
¿La que bebió el amor y se hizo muda?
¿No he tenido yo sonrisa
y atardecer en una calle?

¿Y no lloré la muerte entre mantas de plata?

¿Acaso es que no fuisteis jóvenes un día?
¿He de recordar yo
que en la lengua hay secretos de carne?
Habéis alimentado vuestra sangre
con la pleitesía de unas vidriosas aguas.

Pero he ahí el tren -acabo rápido-
te espera en la orilla del Mar negro.
Y yo te escribo cartas
con agujas de grafito.
La distancia es lo mismo en todos
vuestros huesos.

Así que sí, poetisa o poetastra,
cama o lecho,
¿Qué importará eso ahora?
¿No hemos vivido de alguna forma
una estrategia,
un paliativo para la diferencia nula de sentirnos?

Todos los temas en el hombre son el mismo:
la vida, esfera granate, el recorrido.


Akata.

lunes, 10 de junio de 2013

Verano



Y la luna, aburrida, se estremece,
es normal que quiera un color que no la alumbre.
Ha caído otra estrella en otra noche,
llorando,
y gateaba en el porche de mi casa.

Leían en voz alta a José Hierro.
Temblaba su falda, su corazón, su pelo en bucles.
Acordándose del mar: ¿Qué será la vida?
La mecía una cálida humedad de verano,
un largo verso
de sonrisas aún por craquelar.
¡Cuánto amor me estoy perdiendo por soñar!
¡Cuántos sueños me han llenado
de este perderme en no se dónde!
Me abrazaste y acunabas mi silencio.
dios, te había echado de menos tanto
y ya sin conocerte...
Y él, con los colores de Agosto,
con su media sandía
pintándole los ojos de un azul noche tan diáfano.
"Cuando todo caiga, cuando vuelva el frío de Finlandia
a nuestras costas,
dime si la nieve ahogará más de un suspenso,
más de mil saltos
en esta arena de vacíos,
en la levedad de amarnos
bajo una lona de playas y fundido.

No quiero seguirte si es tu sombra
lo que quedará de mi cuando amanezca.
Me vale el frío, me llega hasta la planta porque acaba la niñez
cuando es de día.
Porque ayer era una niña con ruedas y hoy,
soy una joven cíclope
buscando la senda."

Y leía fuerte, muy fuerte a José Hierro:
"Y el mar estaba allí. Olvidado y apetecido tanto tiempo.
Allí estaba. Azul y prodigioso.
Y ella y yo solos, con harapos de sol y de humedad.
<<¿Dónde, dónde la noche aquella, la de ayer...?>>"
No se si el mar, o si las olas, o si la voz del comienzo de una vida,
pero se que los ojos se le incendiaron como caídas luciérnagas,
después de la madrugada de Agosto en que exhaustos
se rindieron
a la felicidad
de ser.

En el porche de atrás,
en el borde del césped
casi sin colores.
Poesía y brisa: eternidad.
Nunca olvidará su tiempo sin lagartos,
el perpetuo rumbo de un verano
que les sirvió de alambre.

Y la luna, blanca, divertida,
                                        contemplando el palpitar de otro cometa.

¡Que traiga el Sur un futuro sin espinas!
No hay medida para tanta incertidumbre.



Akata.



sábado, 8 de junio de 2013

Tan solo caer...

"No te resignes.
 Huye.
"Emito mis alaridos por los techos del mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad."

Walt Whitman.

























Huye.
"¿A dónde?"
Lo pienso porque estoy triste,
como si de verdad hubiese ocurrido.
Me imagino- o me veo- ante la tumba de alguien a quien amo, y me pregunto: <<¿Qué sientes?>>.
Creo que espero encontrar la respuesta a mi propia melancolía
en la inerte vulgaridad de un cuerpo vacío;
como uno siempre acaba buscando
en el hueco mudo de los otros
lo que indudablemente está dentro de sí mismo.

No puedo, y lo se.
Sigo mirando las flores del ramo que sostienen sus manos blancas.
Me digo todo lo feo que hay en mi: que tengo miedo a no trascender, que no se comprometerme con nada,
que cualquier cosa es reemplazable.
Que, la traición, es sólo aspirar a algo mejor.

No se.

Bueno, también pienso que la felicidad no es más que la sensación de no estar insatisfecho.(La plenitud no es tan importante, la satisfacción si lo es.)
Y que, por supuesto, no se consigue mediante ningún tipo de ejercicio interior.

 La felicidad nos viene dada por los que nos precedieron.

Ellos, mamá y papá, nos inculcan unos valores, nos introducen unas ideas y, estas mismas ideas aderezadas con la filosofía escrita, son las que determinarán nuestra capacidad para ser felices.

Está muerta ante mi. No siento vértigo, pero,
¿Qué es?
Algo ha crecido.

Porque, ayer, en los párpados cerrados de sus cejas, me vi queriendo huir en el veneno del alcohol.
No pensar, para no sentir una angustia que hasta temo escribir por si renace.
¿Será eso lo que sienta cuando muera alguien?
¿Ganas de beber hasta partirme?¿Odiar?¿No querer?¿No querer contestarme jamás toda la soledad y la pena?

Soy un desecho mentiroso que no entiende, que no quiere estar con nadie.
Tan sólo desea descansar con los huesos del muerto,
follarse lo que sea,
amarse un rato.
Doblegarse, hablar consigo mismo.
Apaciguarse.
Sentir que el fracaso no es un paso menos, sino un trayecto firme hasta la vida.

Ojalá pudiera decir todo cuanto pienso de mi,
cuanto me lloro si nadie aún me mira.

¿Será eso el luto, el duelo, la tristeza?




Akata.