miércoles, 30 de julio de 2014

Entre tú y yo siempre mi ego


 RETALES




"Escribo porque cuando escribo miento, y cuando miento digo la verdad. Y todo lo que vales me lo gasto, y todo lo que soy yo ya está muerto. Vinimos a follarnos y acabamos discutiendo sobre el ron y los excesos. Andando en llamas como un perro, en la cama como un beso mal dormido después del desastre, la resaca. Nos dimos la enhorabuena por cagarla a pachas, en tu pecho espero un verso que no muera, una quimera sin terribles confesiones a deshora. Yo no se escribir historias y por eso cojo historias de los otros juntando retales. No sé por qué me buscas, medito en los bares, vomito sin sales, ni arcoiris, tengo claro que la bilis es más dulce que tu "Sí". Hablando aquí y ahora, el agujero, la espera, la encerrona. Llorando, vuestro Dios no llora, llorando en la camisa las palabras "No hay nada detrás." Que hay que parecer más fuerte, que hay que fingir una coraza, eso dicen que hacen los valientes. A la mierda las proezas y a la mierda nuestros putos héroes. Yo soy vulnerable porque así es como me crezco. Te vi bebiendo entre las sombras de las cosas que no dije y enloquezco. Una realidad hecha verbo: yo "joder" infinitivo y tu "Jodernos".



Akata y otros.

domingo, 20 de julio de 2014

Un error prematuro

¿Y QUÉ IMPORTABA SER POETA O SER BASURA?


¿Dónde está la rabia? La he perdido, seguro. No sé si en alguno de los bolsillos del pantalón de hace unas horas, o si sigue aquí dentro y no tiene ganas de despertarse. Ya no es tan temprano como antes. 

Ya no hay tantos motivos para cabrearse. Supongo que ya no hay tantas personas que merezcan un buen enfado.  ¿Dónde está la rabia, joder? Eso que algunos llaman la musa, eso que me ahogaba en un mar de hielo o en una llama ardiente y viva. Eso que, sin yo quererlo, me hacía gritar más fuerte de dolor. ¿Dónde está?

Porque camino últimamente las aceras viejas que me decían: Salta. Todas las primeras veces que lloré. Buceo en la memoria para encontrar un atisbo del instante, para compilar mis huecos y poderlos calcar, y no me hallo. El pasado no me sirve como muelle de nada. Los de ahora no me sirven como huellas de nadie. Las palabras significan, pero sólo en otra parte. Aquí no, en mi no, en mi nunca ahora. 


¿Dónde está la perra que me miraba en la oscuridad de mi cuarto? ¿La que encendía la luz de la mesita, la que vertía sobre mi sueños de carne y me obligaba a levantar los párpados cuando la pena no podía ya más, cuando no podía más calarme las putadas? Mi rabia estaba en todas partes, en todos los rincones del planeta. Miraba a la luna y la entendía. Escuchaba el canto de los ojos de océano con hambre, tocaba una mano y escribía un verso. Pero ahora, ¿Qué demonios ha pasado? ¿Estoy  tan muerta que nadie me despierta aún con los brazos en alto? ¿Dónde está el rechinar de la histeria, la bacteria del domingo por la tarde? ¿Qué ha sido de la euforia de querer a alguien? ¿Qué ha sido de todo aquello por lo que merecía la vena escribir? 

El invierno me hace cicatriz. Las grietas de mis labios son la tregua. El invierno ha escarchado mi matiz: entre ser nada con nombre y ser poeta.



Akata.

sábado, 12 de julio de 2014

Pain is an Illusion

Toda ilusión es pasajera, ¿Pero cómo no serlo si en el auge de la misma ya se ha desvanecido? Tan efímera como un beso no correspondido, y tan cortante como un cuchillo de la calle. La ilusión sólo sirve para un golpe. Luego vuelve a ti. Luego vuelves a ti y lo peor es que ahí sigues, tan vivo como siempre, tan muerto como siempre, tan tú, tan igual. La ilusión no ha modificado un ápice de ti mismo. Simplemente eres lo que ya eras pero más cansado, con más músculo en el tedio y la tristeza. La ilusión ahorca por que asfixia siempre, hasta que sale corriendo y ahí te deja. Y ahí te quedas. Siempre. ¿De qué sirve la expectación, la expectativa? ¿Para qué? 




Niégate un mundo, háblame un segundo, dime que aún hay algo. Y luego, simplemente, márchate; tenemos cosas que hacer yo y la ausencia.




Akata.